¿Por qué ser líder?
Pensé mucho en cómo escribir la verdadera razón y la más acertada para reflexionar por qué debemos poner atención al liderazgo en nuestras vidas, no porque fuera difícil de explicar pero si porque es muy importante llevar un mensaje de liderazgo correcto ante los múltiples conceptos erróneos que tenemos de un líder. En la mayoría de casos identificamos a un líder como un jefe, un político o una persona conocida en los medios de comunicación, pero ser un líder va más allá de tener muchos seguidores en las redes sociales.
Todos en las diferentes actividades que realizamos, siempre seremos excelentes en más de alguna, y esto nos hará sobresalir en cualquier lugar en donde nos encontremos. Ese impacto que causemos en las personas que nos rodean creará un nivel de influencia que regularmente no medimos. Eso es ser líder, INFLUIR en alguien para lograr un objetivo determinado o despertar el interés por querer ser igual o mejor, lograr inspirar para dejar una huella en alguien. Pero el concepto más acertado y fácil de recordar es que el LIDERAZGO significa INFLUENCIA.
Ser líder hoy en día no es dirigir, orientar o instruir a un grupo de personas para que hagan las cosas como quiero y como yo lo deseo, sin tomar en consideración las opiniones o sentir de un grupo de trabajo. Ser líder significa que tengo un compromiso de formar más personas líderes, porque si soy bueno realizando alguna actividad y sobresalgo por esta, podré compartir la forma en la que lo hago y me destaco para que otra persona pueda también tener el mismo éxito o bien pueda también sobresalir en esa actividad en la que es buena.
Te has puesto a pensar ¿Qué pasaría si fuéramos menos egoístas, y de esta manera poder compartir con los demás, escucharlos y lograr un liderazgo masivo?, acá posiblemente nos cuestionemos ¿y el egoísmo que tendrá que ver con ser un líder? Pues yo puedo responder que, primero, me hice esa pregunta pero luego entendí que si quiero ser un líder, definitivamente debemos ser menos cerrados a no compartir lo que sabemos con las demás personas. No podemos seguir viviendo en una sociedad donde impactar a los demás consiste en tener ropa, zapatos y accesorios costosos, o comer en los mejores lugares. Claro, con esto digo que debamos privarnos pero cada cosa debe tener un balance. Nunca pensé que pudiera yo ser egoísta pero, lo fui, y entendí que no estaba obrando bien cuando acepté que ser un líder no es solo para un cambio personal sino también para un cambio en mi sociedad.
Acechado por la urgencia de un cambio en la sociedad, porque no me dejarán mentir, en cada lugar, todos nos piden un cambio, pero ¿y si cambio yo primero? Y si me analizo antes de pedir un cambio en nuestra gente, y si mejor empezamos por conocernos y fortalecer todas esas cualidades positivas que nos hacen únicos, creo que acá inicia el interés por ser un líder. Recuerdo una frase que marcó mi estadía en la banda musical en mis años del nivel medio, frase dicha por mi maestro de música, y estafue: “nunca seas del montón, aunque seas barrendero, serás el mejor barrendero del lugar” y vaya que tenía razón.
Todos pueden ser líderes, pero pocos entienden que la verdadera esencia de ser líder es porque queremos un cambio personal, y por consiguiente un cambio en muchas más personas, ahora bien, al lograr impactar en una sociedad y lograr el objetivo que queremos, ahí no termina nuestra labor como líderes, debemos ser líderes porque estaremos en constante aprendizaje, porque seremos nuestra mejor versión de sí mismos, porque llevaremos según el objetivo que tengamos al éxito a nuestro equipo de trabajo, debemos ser líderes porque desde muy pequeños nuestros padres nos inculcaron valores y principios que estamos perdiendo y olvidamos que estos valores fortalecen nuestro liderazgo.
“El desafío del liderazgo es ser fuerte, pero no rudo; amable, pero no débil; atrevido, pero no abusivo; considerado, pero no flojo; humilde, pero no tímido; orgulloso, pero no arrogante; tener buen humor, pero no ser tonto”. Jim Rohn, orador motivacional.